Qué difícil resulta estar aquí hoy, frente a tantas caras conocidas y queridas, para hablarles y resumir en pocas palabras, acerca de la importancia que nuestro querido Agilolf tuvo en torno a las instituciones Chileno Alemanas de Concepción. Hay tanto que decir.
Más allá de las fechas, lo primero es reconocer en él su inconfundible estampa, reconocible desde lejos por su altura y distinguida presencia. Serio, pero siempre con su sonrisa esbozada, afable, cariñoso, atento, respetuoso. Elegante y distinguido en su apariencia y trato, siempre llamó la atención. De ojitos pequeños, pero de mirada directa, marcando presencia en la joyería y participando con afán en todas las responsabilidades y actividades sociales que algo tuvieran que ver con el Cuerpo de Bomberos o con alguna Institución Chileno Alemana. Junto a Rosemarie, apoyaron siempre y muy de cerca, la gestión corporativa de cualquiera de ellas, especialmente del Club Deportivo Alemán y la 7ª Cia de Bomberos.
Formalmente, el año 1967 ingresa Agilolf al Club Deportivo Alemán, teniendo una participación tan activa que ya el año 1971 ocupa el cargo de presidente. En esos tiempos, lidera la adquisición del terreno y posterior construcción de lo que fue el gimnasio del Deportivo en calle Castellón. En una entrevista reciente nos comenta que recibió un presupuesto para la construcción de ese gimnasio en Castellón por $170.000 (de esos tiempos) cuando el tesorero le informa que contaban solo con $130.000. ¿“Nos tiramos al río”? Preguntó Agilolf …y ambos concluyeron que era “ahora o nunca, habrá que remar más fuerte”. Así partió todo allí en calle Castellón.
Pero le tocó difícil nuevamente en su posterior periodo como presidente, esto en los años 2003 y 2005. El Colegio Alemán buscaba un nuevo domicilio en San Pedro y el Deportivo tenía espacio que ofrecer. Y su directorio, el anhelo de ser vecinos para continuar las sendas más cercanamente. Pero las conversaciones no estaban siendo fáciles, había un nudo. Sin embargo, la voluntad de Agilolf, su entusiasmo, su perseverancia, su moderación y criterio, y con el corazón puesto en ese firme anhelo, lo llevan a insistir junto al presidente del colegio de ese minuto, Claudio Ihl. Así, teniendo como sede el Hotel Germania y en madrugadoras reuniones de trabajo , logran los acuerdos necesarios y el apoyo de las respectiva asambleas, concretándose lo que hoy son las maravillosas instalaciones del Colegio Alemán de Concepción y del Club Deportivo Alemán, instituciones hermanas que en esta vecindad ha generado acuerdos y participación conjunta que sin duda, han favorecido a ambas. Cuesta distinguir dónde termina una y dónde comienza la otra.
La senda de Agilolf en el CDA luego avanza en el cargo de vicepresidente entre los años 1998 y 2002.
Más allá de esas fechas, nunca dejó de participar y apoyar toda la gestión de esta corporación, el CDA siempre sintió el especial cariño que él le tenía.
En paralelo, alrededor del año 85 Agilolf es representante zonal de la Liga Chileno Alemana, cumpliendo con importantes misiones culturales en este rol. Como era inquieto y apasionado, su agenda semanal de actividades a menudo se veía un poco apretada, por ello, alrededor de los años 90, invita a su señora Rosemarie asucederlo en la representación del DCB.
De alguna manera, entre ambos lograron servir de nexo entre el DCB en Santiago y Concepción, estando a su cargo la organización y gestión cultural de numerosas actividades, demandándoles tiempo importante en su ejecución. Reuniones en el Sanatorio Alemán, o en el Deportivo Alemán, con el Goethe, o con el Cónsul del momento, terminaban en interesantes conciertos, exposiciones, charlas o muestras de pintura.
En esos tiempos, la comunicación no era tan inmediata como ahora. No había celulares ni menos un whatsapp o un correíto para facilitar la coordinación, por ello, el año 90, y con el fin de coordinar y potenciar esta gestión cultural regional, 4 instituciones deciden formar un grupo para reunirse mensualmente. Estas instituciones fueron el DCB representado en Agilolf, el CDA a través de Alberto Hermanns; las damas alemanas con Rosemarie Rometsch a la cabeza y La Hora Alemana con Patricio Coloma. El Cónsul, sr. Herbert Siller, se suma y asiste también regularmente.
Este grupo es hoy lo que llamamos las Ichas, Instituciones Chilenos Alemanas, que con el tiempo fue sumando a todas aquellas organizaciones que, de alguna manera, estuvieran ligadas a nuestra cultura alemana ya sea por sus orígenes en ciudadanos chileno alemanes o bien porque su fin se relaciona a la promoción de los valores y la cultura alemana. Creemos firmemente que la Biculturalidad siempre suma, nunca resta. Hoy son 16 las instituciones que la conforman, desde el año 2005 y con harto tezón, a cargo de Verena Hempel. Llevan en su paso la realización de numerosas actividades, paseos, conciertos, almuerzos y charlas que han enriquecido y entretenido nuestros días.
Ya somos parte de la historia de nuestra ciudad.
En esta oportunidad no nos vamos a detener en todo el aporte y legado de Agilolf en torno a la 7ª Compañía de Bomberos y el Cuerpo de Bomberos en general, ellos tienen mucho que contar acerca de él y su amor a esta nobles instituciones.
Gracias Agilolf por tenernos siempre en tu corazón y por haberte entregado junto al apoyo y cariño de nuestra querido Rosemarie, con tanta firmeza y cariño a nuestras Instituciones Chileno Alemanas. Las Ichas te debemos mucho, estamos en deuda.